"Aquí no queda nada, dijo Vkekoslav, un bibliotecario.
Yo vi una columna de humo, y los papeles
volando por todas partes, y quería llorar, gritar,
pero me quedé arrodillado, con las manos en la cabeza.
Toda mi vida tendré esta carga de recordar
cómo quemaron la Biblioteca Nacional de Sarajevo."
En El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo, Irene Vallejo se adentra en la historia del libro, de la escritura, de las bibliotecas, de los oficios de escribas, copistas, traductores, bibliotecarias, bibliotecarios. En cada fin de capítulo acecha la destrucción y es que mucho se ha contado acerca de la forma en la que desapareció la Biblioteca de Alejandría pero la escritora, quizá más por lectora, no se conforma con lo que se dice y abre distintas líneas de investigación que atraviesan cientos de años. Hay una Historia universal de la destrucción de los libros. Así se titula el libro, por otra parte, del bibliotecólogo Fernando Báez que escribe y se dedica al estudio de la Biblioclastia. Podemos estudiar a través de estos textos cómo a lo largo del tiempo se organiza la aniquilación de espacios, objetos, organizaciones, programas en los que se representó y se representa a la cultura de los pueblos. Se trata de prácticas conscientes, planificadas y sistemáticas llevadas adelante por gobiernos, regímenes, imperios y dictaduras. Ninguna cultura está exenta del daño. Lo destruido era o es patrimonio de la humanidad.
Insurgencia Cultural
17 de agosto dicen
18
No tenía una cama en la celda
dicen
Solamente una mesa
dicen
y materiales para escribir
dicen
que fue entre dos pueblos
en un camino
dicen
que sus restos ay! sus restos
no los encuentran
dicen.
"Me envolveré sobre esta lona dura para no
sentir el frío de los musgos"
dijo.
Te envolveremos
decimos
Un día te envolveremos en un tejido suave
decimos
Nos prometemos
y no alcanzarán las flores, los pájaros
y los cantos cuando por fin
descanses poeta
le decimos.
Alejandra Cortez
(Poema escrito en el Día de la Insurgencia Cultural del 2022
a la vera de las vías del tren en Plottier)
En uno de los encuentros de poetas "La luna con gatillo" de Monte Hermoso, salió un manifiesto que propone el 18 de agosto como Día Internacional de la Insurgencia Cultural. Ese día, pero del año 1936,las autoridades franquistas fusilaron al poeta Federico García Lorca. Hasta hoy su cuerpo no aparece. Por todo esto, desde el 2019 nos encontramos en torno a la idea de insurgencia. Entonces lo leemos, lo imaginamos, lo soñamos, le damos lugar a distintas expresiones artísticas, formas del afecto que inquieten y a la vez desahoguen la rabia contenida.
El 2019 nos encontró seleccionando versos que impresos y arremolinados se amontonaron apretados en unas cajitas. Con esa forma, los Lorqueros fueron activados como oráculos ante preguntas que buscan respuesta en versos del poeta. Remolino de oro que trae su voz de algún lugar, siempre sonriendo, vivaz, chispeante, irrumpe en escuelas secundarias, en la calle, en las plazas, en ferias, ante ministerios y otras autoridades. Una de esas tardes noches frías, "La mano en la sed" abrió un micrófono sobre el bulevar de la Avenida Argentina en la ciudad de Neuquén y leímos haciendo correr la voz.
El mes de agosto del 2021 al aislamiento por COVID se sumó la sequía. La lluvia no llegaba y el río tenía una bajante histórica. A través de reuniones virtuales vía plataformas como Zoom o Google Meet, se fue dando forma a una edición en video que a varias voces ofrecía una lectura de "El silbo de la sequía" de Miguel Hernández.
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